La teoría literaria establece que El Quijote fue la primera novela conocida; por tanto, cabe el honor a Miguel de Cervantes ser el fundador del género. Una afirmación aceptada universalmente, sin discusión hasta el momento. Sin embargo, un estudio reciente de Steven Moore, The Novel: An Alternative History (1600-1800), pretende rebatir este status quo sobre la paternidad de la novela. El argumento central del autor de este concienzudo estudio, que le ha ocupado dos volúmenes, es que los orígenes de la novela son tan antiguos casi como la escritura.

 

 

 

En general, se tiende a pensar en la novela como una invención de la edad moderna, aunque la palabra sea una transliteración del vocablo italiano novella ( noticia, cuento, cháchara ); es decir, la novella es una historia estructurada y realista, en la línea del Decamerón de Boccaccio. A imitación de Cervantes, el inglés Samuel Richardson escribió Pamela en 1740, un romance de 600 páginas de mucho éxito en su época, si bien pensaba que la novela sería un género pasajero.

 

Más que en la ficción con visos de realidad, el punto de vista sobre qué es una novela se ha centrado en ocasiones en la extensión del escrito. Por ejemplo, E.M. Foster definió novela como "cualquier obra en prosa ficticia de más de 50.000 palabras” . De ahí que Randall Jarrell destaque que la novela es " una narración en prosa cuya extensión provoca inevitablemente defectos de representación”.

 

Steven Moore arguye que al menos antes del siglo IV antes de Cristo se tienen rastros de novelas; por ejemplo, la Ciropedia de Jenofonte, una ficción biográfica sobre Ciro que consta de 8 volúmenes. El género floreció en la ribera del Mediterráneo y dio lugar a múltiples manifestaciones literarias hasta la aparición del cristianismo.

 

Aunque el propio autor reconoce que su versión de novela es muy elástica, incluyendo obras que habitualmente entran en el terreno de la epopeya, desde luego no admite que 1922, año de aparición del Ulises de Joyce, sea el punto de partida del género novela que conocemos. A este respecto, y para combatir tal aserto:

 

¿puedo presentar a los señores Petronio, Apuleyo, Aquiles Tacio, Subandhu, aql autor irlandés anónimo de La batalla de Magh Rath; a Alharizi, Fujiwara Teika, Gurgani, Nizami, Kakuichi, Colonna, Rabelais, Wu Chengen, Grange, Lyly, Sidney, Nashe , Suranna, Lanling, Cervantes, López de Úbeda, Quevedo, Tung Yueh, Swift, Gracián, Cao Xuequin, Sterne, Li Ruzhen, Melville, Lautréamont, Carroll, Meredith, Huysmans, Wilde, Rolfe, Firbank, Bely, y tantos otros?