La novela negra, además de las características del género policíaco, se distingue por la violencia. En forma de crímenes que son el resultado de la debilidad humana y sus pasiones. Todo relato de novela negra tiene sus dosis de miedo, corrupción e inseguridad de una sociedad intrínsecamente violenta.
La séptima edición del Foro de Novela Negra, Literatura de Horror y Suspenso organizada por el área de Coordinación de Artes Escénicas y Literatura de la Universidad de Guadalajara y se desarrollará entre el 9 y 12 de abril en la capital de Jalisco (México). El tema central de este foro es „Mujeres asesinas“.
Por supuesto que el tema de la criminalidad en la mujer no es tan profundo como el de los hombres, a quienes se les atribuye —al parecer— una mayor capacidad para la violencia; sin embargo, en la historia el sexo “débil” también ha demostrado ser capaz de increíbles atrocidades. Si bien algunas de ellas son sumamente reales, otras responden a actos meramente literarios.
Sí, en la literatura las mujeres asesinas juegan un rol escalofriante. Basta buscar para encontrarse con algunas obras, entre ellas La condesa sangrienta, de Valentine Penrose, que se basa en un personaje real: Elizabeth Báthory, una poderosa y rica aristócrata húngara, obsesionada con la belleza y la tortura, que realizó sádicos rituales con docenas de jóvenes de la localidad, a las que torturaba y asesinaba posteriormente en su castillo. (Mujeres que dan miedo http://shar.es/B9vkX)
Se ha escrito mucho sobre el papel interpretado por la mujer en la literatura policíaca, de intriga y de suspense. Sin duda, la cara más amable de la criminalidad en clave femenina son las mujeres detectives y, casi a la par, de las escritoras de novela negra. Aparte de la archiconocida Agatha Christie, paradigma del género, en España se conocen excelente profesionales literarios de la disciplina detectivesca, como Alicia Jiménez Bartlett, creadora del personaje Petra Regalado, Maria-Antònia Oliver y su Lónia Guiu, e Isabel Franc, con su alter ego literario Lola Van Guardia. Sin embargo, resulta en general bastante difusa y circunstancial la conexión entre mujer y criminalidad, cuestión que ha motivado estudios sociológicos al respecto.
Normalmente, las mujeres tienen menores tasas de delincuencia en todas las naciones y las comunidades, para todos los grupos de edad, en todos los períodos de la historia, y considerando casi todos los delitos. A pesar de este hecho significativo , los criminólogos non tienen ninguna teoría que explique, con verosimilitud, el comportamiento de las mujeres en relación con la actividad criminal. El examen de la literatura existente revela una representación sexista de los dos tipos de mujeres, según sean delincuentes o no . Un análisis de la participación de la mujer en el crimen, utilizando datos del FBI y estadísticas judiciales relacionados con el tema, revela problemas inherentes. Las cinco principales teorías sociológicas existentes sobre la criminalidad - teoría de la anomia, del etiquetamiento , de la asociación diferencial , la teoría subcultural , y el enfoque marxista – fallan cuando tratan de explicar la baja incidencia de la actividad delictiva en el sexo femenino. Por eso, la variable sexo se debe incluir en los futuros estudios de la delincuencia. (E.B. Leonard en Women, Crime, and Society - A Critique of Theoretical Criminology, 1982)
Un aspecto nada desdeñable es la cualidad „débil“ atribuida a las mujeres. Expresiones como „sexo débil“ significan la supervivencia de un enfoque machista que atribuye a la mujer la casualidad de muchos vicios en el hombre. A este respecto, es muy interesante la lectura del trabajo realizado por Sandra Clark ( Women and Crime in the Street Literature of Early Modern England , 2000) sobre el papel de la mujer con relación al crimen en Inglaterra, en los albores de la modernidad histórica, caracterizado por una criminalidad incontrolable para las instituciones políticas de la época.
El Foro de Guadalajaram permitirá tratar algunos de estos aspectos. En el programa, se incluye un curso titulado “Asesinos en serie, realidades y ficciones”, con temas como “Orígenes de la fascinación por la violencia y el asesinato en serie”, “En la mente del asesino serial: una aproximación psicológica y criminológica”, “Esbozo de una historia natural del asesinato en serie”, “El extraño caso de Jack el destripador”, “Breve historia del asesinato serial en México: de Goyo Cárdenas a las muertas de Juárez”, y “De la nota roja a la pantalla grande: el cine de asesinos seriales”, entre otros.