Lázaro es un hombre que, tras quedarse sin empleo, acaba de divorciarse de su mujer. Apenas puede pasarle a Alicia, su ex cónyuge, la pensión alimenticia de sus hijos con lo que cobra del paro.
Para cumplir sus obligaciones como padre se ve obligado a vivir en uno de los coches que tenía la pareja, ahorrándose de este modo los gastos de alquiler de una nueva vivienda.
Así, Lázaro se ve abocado a enfrentarse con fuerzas que son muy superiores a él y que le ponen ante situaciones surrealistas que, a veces, ni siquiera comprende.